Una de las invitadas al Festival de Teatro de La
Habana fue la coreógrafa cubana Marianela Boán. Radicada en República
Dominicana hace ya algún tiempo, Marianela ha mantenido visitas estables a Cuba
como parte de la agenda de varios encuentros y festivales. En esta ocasión
llegó con su estreno más reciente, Defilló, que presentó la Compañía Nacional de Danza Contemporánea de
ese país caribeño.
Hablemos del espectáculo Defilló y su recorrido
desde el estreno
Pienso que este es un espectáculo de cuando uno
quiere un lugar. Cuando lo ve más desde el amor. Sabes que siempre he sido muy
crítica, con esa mirada hipercrítica que viene de Cuba, de Estados Unidos, y
cuando llegué a Dominicana también tenía esa actitud. También estaba en un
momento de descontaminación de una obra anterior que se llama Propulsión, donde
ya no se usaba la voz, donde no había video. Era una propuesta muy loca, porque
el público estaba en el escenario y todo ocurría alrededor del público. Los
temas que se trataban allí, no eran sociales, era una idea completamente
Recoge textos míos, textos escritos por otros sobre
mi obra, en fin, incluye algunos gráficos con los que trabajo habitualmente,
fotografías, ensayos, bocetos, etc.
¿Qué me dices de la explosión que ha tenido El cruce
sobre el Niágara en su aniversario 30?
Para mí ha sido una tremenda alegría. Cuando lo
monté el año pasado para Acosta Danza, me di cuenta de todo lo que ha
progresado el entrenamiento técnico del bailarín. El cruce… se estrenó
con los dos mejores bailarines que había en Cuba en ese momento, Rubén
Rodríguez y Armando Ríos, eso es indiscutible. Ahora tú ves a esos niños, que
hacen tres veces más de lo que se hacía entonces. En 30 años han surgido otras
técnicas que nosotros no tuvimos, y de alguna manera yo tuve que agenciármelas
conociendo y confrontando con gente como Gabri Christa o David Zambrano.
Estrenar El cruce… en 1987 fue lo que me
confirmó que necesitaba hacer mi propia compañía, DanzAbierta, que luego hice
en 1988. Verlo ahora con tanto éxito, me ha hecho reflexionar sobre qué parte
de la sabiduría mía yo abandoné, porque no quise trabajar más nunca con
bailarines tan bien preparados, preferí enfrentarme a estudiantes con menos
experiencia. Sin embargo, sé que aquello fue un proceso. Ahora, haber
recuperado El cruce… y ver lo que ha pasado, que lo colocan con
los coreógrafos que circulan mucho en Europa ahora mismo, como Sidi Larbi, Goyo
Montero, etc., pues El cruce… queda muy bien. Eso me ha servido
mucho para volver la mirada sobre mi propia obra.
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